El ciclo vital y la necesidad de entenderlo para resolver conflictos. O “subirse al tren”

El ciclo vital y la necesidad de entenderlo para resolver conflictos. O “subirse al tren”

Escrito por: Rocío Sampere

Si tuviera, lector, que contarnos su vida en unas líneas…

Si tuviera que decirnos como se ve en el futuro…

Muchos autores han estudiado, con el objetivo de vivir lo mejor posible, el “ciclo vital”; el transcurso de la vida desde que nacemos hasta que fallecemos, entendiendo, para ello, los momentos en los que nos vamos a encontrar, los conflictos que nos van a surgir, y la forma de salir de ellos satisfactoriamente.

Nuestro entorno está en continua transformación, somos hijos, luego padres, más tarde abuelos… y si no tenemos hijos, pues solo nos sobran algunas líneas.

También avanza la sociedad, se transforman los sistemas, las tecnologías, la medicina, la genética, los cambios demográficos. Y en este avance sin tregua, las personas envejecemos y o nos quedamos estáticas, “o nos subimos al tren”.

Si entendemos el cambio del ciclo vital, lo normalizamos y nos integramos, lo que lograremos es asumir los cambios y desarrollaremos nuestras habilidades para lograr una alta calidad de vida.

Nuestro deterioro biológico puede asumirse satisfactoriamente con un desarrollo cultural, debemos tener perspectivas, generar ambos momentos como procesos simultáneos, que se influyan y se valoren. Nuestra imagen para nosotros mismos es muy importante.

El reloj biológico nos llevó a dar de comer a nuestros hijos, a enseñarles a andar. Luego a dar de comer a nuestros padres y ayudarle a andar. Después a dejarnos ayudar.

Shock decía que “Vivir es envejecer”.

Manuel tiene una exitosa empresa de canalones, siempre ha trabajado en ella de sol a sol mientras su mujer cuidaba de los hijos. En los últimos tiempos hay más competencia, mejores máquinas que hacen que las instalaciones sean más rápidas y a menor coste. Internet y la publicidad global provoca un nuevo sistema de quien contrata, que ya no es acudiendo al polígono, a la tienda de siempre, ahora se contrata desde la pantalla de ordenador, y eso les hace perder clientes.

Ahora sus hijos quieren que se retire a casa, que la empresa la lleven ellos. Razonan los hijos que hay que actualizar la empresa para que subsista. Manuel no acepta los cambios, ni las críticas.

La comunicación es complicada. En mediación pudimos hablar, escuchar y avanzar. Se vieron las propuestas de todos, y se llegó a un acuerdo por el bien de la empresa familiar.

¿Cuál fue la necesidad común de todos los interlocutores?  Yo resumiría en “el bienestar”

Los miembros jóvenes de la empresa familiar, buscaban una continuidad en la empresa, un éxito que les ayudara a vivir.

Los miembros mayores de la empresa familiar eran dos:  Manuel que buscaba seguir con su liderazgo, y su esposa, que por fin se pronuncia, buscaba momentos de tranquilidad; Viajar, vivir sin perder la estabilidad económica.

Era obligatorio apreciar que la edad nos hace adaptarnos a los cambios, nos debe hacer flexibles a cambiar los roles que desempeñamos, sin que por ello se deba dejar de apreciar la sabiduría que puede aportar la edad, o los derechos y el necesario reconocimiento de la voluntad de cada uno y de la dignidad de la persona.

En el artículo “la generatividad en la vejez y su relación con el bienestar: ¿Quién más contribuye es quien más se beneficia[i]  se nos plantea:

Tradicionalmente Últimas décadas
Vejez=

Dependencia, pasividad, aislamiento

Pérdida de interés por el mundo exterior

Vejez=

Ganas de participación, perspectivas de implicación

Se trataba de encontrar el “punto de discordia” entre los sujetos del conflicto. Si el común era el “bienestar”, el  de discordia podía ser  “el futuro”. Porque para unos el futuro es  más tiempo, para otros de menos.

Estaba nuestro conflicto en la empresa familiar provocado por un defecto en la comunicación también en la familia. Era necesario, en la mesa de mediación, que se percibiera que el cambio generacional adecuado en la dirección de la empresa era una oportunidad para todos.

Se acordó que el órgano de administración de la empresa fuese a partir de ese momento un Consejo de Administración, donde el fundador estuviera presente con voz y voto.

Se enfatizó en que Manuel percibiera que el cambio le provocaría también beneficios. Si ahora la empresa empezaba a tener pérdidas, identificados los riesgos y la gestión de recursos para a medio y largo plazo provocar la evolución, sería un beneficio para todos los implicados.

La madre apoyaba la modificación de la sociedad, enfatizando en que sus hijos tenían los valores necesarios y un alto sentido de responsabilidad, y ella unas necesidades diferentes.

Emociones, valores, compromisos, implicación familiar, economía, subsistencia, reconocimiento de todos… La mediación pone todo sobre la mesa, de buena fe, con los propios protagonistas decidiendo. La herramienta es el dialogo.

[i] https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-97282013000300029

Rocio Sampere

Rocio Sampere

Directora Instituto Mediación AMM (IMAMM)

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  • Posted by AMM
  • On 22 de mayo de 2023
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