Y tanto que sí.
Y visualizo labios y más labios pronunciando ese refrán.
Los refranes son sentir del pueblo, son sabiduría transmitida, en el siglo XVI los humanistas definieron como “evangelios breves” que era de razón escuchar e incluso aceptar.
También por supuesto tienen detractores, creo que porque la “sabiduría popular” nunca ha sido bien vista para quienes pretendían mandar.
En todo caso, y en lo que se refiere a mediación, en mi mesa unos señores de más de 80 años, que han confiado en alguien que tiene apariencia, que tiene imagen y se han quedado sin gran parte de sus ahorros. Es una sobrina, y ahora surgen entre el matrimonio conflictos porque la confianza partía solo de uno de ellos.
Les habló de su situación actual, de sus negocios en alza que pronto darán frutos, de su precariedad, les enseñaba las fotos de sus hijos…
“Caras vemos, corazones, no sabemos” dicen que es un dicho popular originario de los nahuas o mexicas. Nos quiere enseñar que no debemos fiarnos de las apariencias, porque no conocemos las verdaderas intenciones.
Como advertir que quien se nos acerca nos va a hacer daño y como superar esa sensación de falta de respeto a los mayores.
Una mediación imposible, porque nunca asistirá quien les engañó. Al menos tuve el placer se sentarles en mi mesa, escucharles, normalizar –que no minimizar- la situación, para que se sintieran comprendidos, sirvió para aliviar la enorme presión que sentían. Aunque es poco, sentir que no son los únicos que pasan por esa situación les sitúa en un sistema vital y les quita culpa.
Si tuvimos el contacto con otros familiares que van a apoyar y a intentar conseguir una devolución.
La guardia civil advierte sobre las estafas y nos advierte que quienes nos engañan Suelen ser muy educados, con buena presencia, hablan con seguridad y se ganan pronto la confianza de su víctima.
Es gente profesional que se suele especializar en estafas y timos predeterminados, por lo que realizan su trabajo de una forma mecánica y muy convincente
