El Principio de Pareto en Mediación: O Cómo Resolver Problemas sin Perder la Cabeza
¿Alguna vez te has encontrado en medio de una discusión interminable donde parece que cada pequeño detalle se convierte en una batalla campal?, bienvenido a la vida cotidiana de muchas personas, y también a la mediación. Pero espera, no todo está perdido. Ahí es donde entra en juego el Principio de Pareto, también conocido como el «80/20» de los problemas.
¿Qué es el Principio de Pareto?
El 20% de tus problemas representa el 80% de tus dolores de cabeza. ¡Sí, así de sencillo! El principio de Pareto, propuesto por el economista italiano Vilfredo Pareto a finales del siglo XIX, postula que aproximadamente el 80% de los resultados provienen del 20% de las causas. Esta regla general se ha aplicado en una variedad de campos, desde economía hasta gestión empresarial y más allá. En el contexto de la mediación, el principio de Pareto sugiere que un pequeño porcentaje de problemas o preocupaciones puede ser responsable de la mayoría de los conflictos entre las partes.
Aplicación Práctica:
Imagina que estás mediando entre dos vecinos que están al borde de la guerra por un seto de una vivienda traspasa a la vivienda del otro, ¿qué hacer con ello?, ¿quién se encarga de cortar el seto cuando el jardinero va a la casa del vecino que lo tiene plantado y tira todos los restos en la casa del vecino y encima no lo deja “bonito” en su lado? La mediación comienza y, en lugar de sumergirte en un debate sobre cada hoja que cae, recuerda el Principio de Pareto. Identifica el 20% de los problemas que están causando el 80% del alboroto.
Una de las tareas fundamentales del mediador es ayudar a las partes a identificar y definir claramente los problemas que desencadenan el conflicto. Mediante la aplicación del principio de Pareto, el mediador puede trabajar con las partes para priorizar estos problemas en función de su importancia y su potencial para llegar a una solución mutuamente aceptable. Esto implica un análisis cuidadoso de las causas subyacentes del conflicto y la determinación de cuáles de ellas son las más críticas para abordar.
El tiempo y los recursos son limitados y aplicando correctamente este principio se puede asignar tiempo adicional a la discusión de problemas críticos, mientras se minimiza el tiempo dedicado a cuestiones menos relevantes.
La comunicación juega un papel crucial en el proceso de mediación. Al centrarse en los problemas clave identificados previamente, el mediador puede dirigir la conversación hacia estos temas específicos, evitando distracciones y divagaciones que podrían diluir el enfoque de la mediación. Esto puede ayudar a mantener el proceso en marcha de manera eficiente y a facilitar un diálogo más productivo entre las partes.
Los conflictos en la mediación a menudo están acompañados por obstáculos emocionales y resistencias que pueden obstaculizar el progreso hacia una solución. Al enfocarse en los problemas clave identificados por el principio de Pareto, el mediador puede ayudar a las partes a superar estas barreras al concentrar la atención en los aspectos más relevantes y significativos del conflicto. Esto puede facilitar un mayor nivel de cooperación y compromiso por parte de las partes, lo que aumenta las posibilidades de alcanzar un acuerdo satisfactorio.
«No te molestes con las pequeñeces, céntrate en lo que realmente importa». Así que la próxima vez que te encuentres en medio de una mediación, recuerda este consejo sabio y deja que el 80/20 te guíe hacia la paz y la resolución de conflictos.